Cuando:
1 octubre, 2021 a las 19:00
2021-10-01T19:00:00+02:00
2021-10-01T19:15:00+02:00
Donde:
Auditorio Municipal de Lucena
Precio:
10 €

Cenicienta siglo XXI es un espectáculo de clowns musicales.

Esta nueva adaptación del clásico es un espectáculo de clowns musicales con un planteamiento novedoso sin alterar los hechos del cuento clásico, pero subvirtiendo los roles de género establecidos en él. Así, nuestro príncipe es bondadoso, sensible, soñador y necesitado de un rescate, y nuestra Cenicienta es fuerte, inteligente, independiente, resuelta y de firme carácter. Así mismo, damos al príncipe dos primos que serían el reflejo masculino de las hermanastras.

A pesar de esta alteración de estereotipos, se mantiene el romanticismo que cabe en cualquier enamoramiento, y el elemento mágico simbolizado por el hada madrina, encarnada en nuestra versión por una mujer con una profesión y, por tanto, con una vida independiente, de la cual es plenamente dueña.

LOS CUENTOS INFANTILES Y LA TRANSMISIÓN DE LA DISCRIMINACIÓN POR SEXO.

La discriminación por sexo se perpetúa desde muchos caminos y uno de ellos es el cuento infantil que transmite estereotipos de la cultura patriarcal en donde la doncella sumisa espera al héroe (su príncipe), los chicos son aventureros, independientes, fuertes y decididos, y el papel femenino (bueno o malo) siempre tiene que ver con el ámbito doméstico (madre bondadosa/madrastra). Estos personajes femeninos y masculinos son arquetípicos y reproducen una realidad social de desigualdad.

Los estereotipos presentes en los cuentos, (al igual que en la vida real), han sido impuestos por la sociedad, propiciando la creencia de que son cualidades innatas, describiendo y prescribiendo la manera de cómo deben sentir, pensar y actuar los hombres y las mujeres, disminuyendo así su posibilidad de ser personas auténticas y únicas y generando malestar o incluso sancionando a las personas que no se ajustan a ellos.

UNIFEM-UNICEF, 1990. “Por su importancia como material didáctico, los cuentos deberían mostrar a hombres y mujeres como seres humanos, con cualidades y defectos, limitaciones y potencialidades, sin privilegios de un sexo sobre el otro, porque los/as niños/as tienen derecho a aprender desde pequeños/as, que no es el sexo sino el talento individual y el interés personal, el que determina su modelo de vida”.

Susan Moller Okin. “Si hemos de guardar la más mínima lealtad a nuestros ideales democráticos, es esencial distanciarnos del género. Parece innegable que la disolución de roles de género contribuiría a promover la justicia en toda nuestra sociedad”.